lunes, 5 de diciembre de 2011

Lágrimas de cocodrilo

"La ministra de Trabajo italiana rompe a llorar tras anunciar los duros recortes". Ahora resulta que los italianos van a tener que sentir pena por su ministra y por todo su gobierno que, al fin y al cabo, son humanos y tienen sentimientos. Igual que el verdugo que se enjuga las lágrimas mientras coloca la soga al cuello del condenado a muerte.
Basta ya de vendernos el sacrificio del pueblo como la única salida. Que se sacrifiquen los verdugos, los que con sus actos o su silencio han provocado este desastre. Basta ya de vendernos que mandan los mercados y hay que obedecer, como si se tratara de entes abstractos que no atienden a razones. Detrás de los mercados hay señores inmensamente ricos que siguen amasando sus fortunas a costa de la miseria colectiva, del miedo colectivo, del desconocimiento colectivo. Basta ya de vendernos que para salir de esta hay que privatizar y poner el dinero de los estados en manos sucias y corruptas. Antes nos robaban impunemente, ahora seremos nosotros los que les demos el dinero.
No queremos sus lágrimas ni su compasión, queremos justicia.

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