domingo, 9 de octubre de 2011

Movidos por el odio

Leyendo una noticia sobre el 20º aniversario de la muerte de un transexual a manos de un grupo neonazi en Barcelona, pienso en el odio. La foto de los detenidos muestra a unos jóvenes desafiantes y orgullosos. No entiendo cómo hay personas que pueden ser felices odiando a otros. Se enorgullecen de despreciar a aquellos que consideran inferiores. Dicen que el amor lo puede todo, que mueve montañas. El odio es su hermano gemelo. Es igual de poderoso. De hecho, hay quien no cree en el amor para toda la vida, pero sí podría estar odiando eternamente al otro.
Llegar a quitarle la vida a alguien solo porque se le odia profundamente. No es nada nuevo. Odiar a quien no conoces, solo porque es de otra raza, de otra condición sexual, o de otra religión. Creo que no hay nada más absurdo. La humanidad no ha caído nunca tan bajo como cuando comete y tolera este tipo de actos.

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