miércoles, 18 de mayo de 2011

Mayo de 2011

Cada cierto tiempo, los jóvenes reaccionan ante un sistema que consideran injusto. Hace 43 años la juventud francesa dijo basta ante una sociedad de consumo y mercantilista.
El 15 de mayo de 2011, los jóvenes (y no solo ellos) españoles han alzado por fin la voz contra un sistema que les ha dejado fuera, que no cuenta con ellos.
Nos hemos cansado de pagar la crisis que otros, desde sus sillones de cuero en sus despachos con vistas, han provocado. El problema es si a alquien le importa. Los políticos siguen jugando a tirarse barro unos a otros, sin dar soluciones efectivas a la grave situación que atravesamos.
Cualquier grupúsculo parece poder manifestarse en la capital, para exigir sus derechos, pero este movimiento multitudinario no hace más que encontrar cortapisas en su camino. Hoy, en Madrid, han prohibido su concentración en la Puerta del Sol. El número de parados y la precaria situación de miles de familias no se consideran "causas extraordinarias y graves" para manifestarse. Cuando uno protesta para defender sus derechos está mal visto, pero se da carta blanca a aquellos que protestan por que otros tengan derechos (manifestaciones por la "familia"). Curiosas contradicciones, e indignantes.
Lo siento politucuchos, especuladores, banqueros en tirantes y secuaces varios, pero no somos un puñado de exaltados que queman cubos de basura, somos el pueblo que reivindica el significado original del término democracia, una palabra que vosotros habéis ido denigrando y pisoteando. Somos ese pueblo anestesiado que se deja hacer, que se deja llevar, que nunca dice nada. Pero cada cierto tiempo, el efecto de la anestesia se desvanece y tomamos la palabra. Es vuestro deber escucharnos. Ya.

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