Ahora resulta que Sánchez Dragó es un escritor de la talla de García Márquez o Gil de Biedma. Según, claro está, la opinión de la sobrina de este último, Esperanza Aguirre. Me pregunto si también estaría a la altura de Sara Mago, esa escritora que la exministra de cultura nos descubrió a todos...
Yo lo hacía más del estilo de Ana Rosa Quintana, por lo que hay de suyo en sus libros, vaya. Así que no sé por qué tanto ataque a su persona, al que hay que pedir explicaciones de semejante bazofia pseudoliteraria es al negro que ha escrito la obra, ¿no?
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